martes, 23 de abril de 2019

Secuestrada de Ana Zaires, peor que 50 Sombras de Grey… ¿Quién lo hubiera dicho?


La exitosa saga de E.L. James, 50 Sombras de Grey desde su publicación en 2011, es uno de los referentes que ha marcado esta última década. Es un envidiable triunfo comercial que más de un escritor sueña con repetir.
También ofrece un modelo perverso de relación amorosa que atenta contra la mujer en los tiempos de lucha del #ni una menos o del #metoo.
Cuando este ejemplo de relación psicótica y enferma ya me parecía lo suficientemente malo, llegó hasta mí el conocimiento de otra historia que es mucho más agarrada de los pelos.
Tanto, que su protagonista masculino deja al mismísimo Christian Grey como un perfecto caballero. ¡Aún hoy me cuesta creerlo!

Cómo encontré “Secuestrada” en Facebook

Me enteré de esto navegando por Facebook. De alguna forma el algoritmo que rige nuestras vidas online, determinó que a una usuaria soltera de más de 40 años le interesaría comprar un e-book con un relato escabroso.
Así fue como di con la publicidad de Secuestrada de Ana Zaires, un nuevo monstruo que pretende normalizar la violencia doméstica y que romantiza la violación. Leí la muestra gratis de 50 páginas, disponible en uno de sus enlaces y eso me bastó para entender cómo venía la historia.
Es un relato sexual, que trata de reproducir el éxito de uno de los sucesos editoriales y cinematográficos más fructífero de los últimos años.
Y si 50 Sombras de Grey maneja un relato con connotaciones grises (Grey, de ahí su nombre), Secuestrada pasa sin miramientos a una zona negra, increíblemente oscura, con la pretensión de hacerla pasar por un relato rosa.
Para explicarme mejor, a continuación haré una comparativa entre los personajes principales de la historia destacando sus similitudes y diferencias.

Anastasia y Nora, dos jóvenes ingenuas y vulnerables

Comenzaré con las damas de cada historia. Si hay algo que tienen en común es que son jóvenes, están en la flor de la vida y son increíblemente vulnerables. No pueden ser de otra forma o no serían parte del relato.
Son la quintaescencia ideal para una relación amorosa desbalanceada, que proponen que entreguen el poder sobre sí mismas para dárselo a su compañero de turno. Veamos como son en cada caso.

Anastasia Stelle

No voy a detallar demasiado la personalidad de Anastasia, puesto que abundan las reseñas sobre esta novela en todo Internet. Solo voy a resaltar que esta joven tiene 21 años y que tiene baja autoestima.
Este es un mal que todos tenemos en mayor o menor medida, pero sirve convenientemente para la historia, ya que la hace presa fácil de Christian Grey.
No obstante, hay que resaltar que es culta, recién recibida de la universidad en Filología y Literatura Inglesa.
Por lo tanto, cuando llega el momento no es tan fácil de dominar como a su conquistador le hubiera gustado. A su manera replantea las condiciones que este le propone y lo hace dudar.
De cierta forma, revive el mito de la joven pura que puede hacer cambiar a un hombre oscuro y perdido. Es lo que relacionamos con frecuencia con esa idea de que “el amor lo conquista todo”.

Nora Leston

La protagonista de “Secuestrada” es Nora Leston y es mucho más vulnerable que Anastasia, ya que recién ha cumplido los 18 años.
Se podría decir que es apenas una mujer. Es decir, su cuerpo es perfecto y biológicamente está listo para experimentar la sexualidad. Pero aún no ha madurado emocionalmente, no conoce a los hombres ni la vida.
Cuando comienza este romance oscuro con Julián su mente sufre lo que es evidentemente el síndrome de Estocolmo. Se confunde porque su raptor la ha hecho sentir sexualmente muy bien, y tiene sentimientos encontrados.
No sabe que aunque haya sentido placer ha sido violada, y en adelante soportará sus maltratos, que le harán hervir la sangre como signo de una “pasión volcánica”.

Christian y Julián, ¿elegirías a alguno?

Este tipo de historias te proponen un modelo de hombre para tus fantasías amorosas y eróticas. Si bien es de esperarse que describan a personajes increíblemente apuestos, es la traza de sus personalidades las que dan escalofríos.
Son ejemplo claro de machos dominantes, que quieren tener el control de la relación. Aunque uno es particularmente más siniestro que el otro.

Christian Grey frío, inteligente, emocionalmente dañado y controlador

Christian Grey es un hombre muy inteligente. Y es un genio en el mundo empresarial. Tiene un
imperio que lo ha hecho muy rico con tan solo 27 años. Pero por otro lado es emocionalmente distante. Tiene una mentalidad muy oscura que hace que escape de relaciones emocionales significativas.
Es culto, refinado, conoce el mundo e incluso es un gran filántropo. Pero su carga emocional es tan compleja que no quiere sus parejas lo toquen. En cambio quiere dominarlas en la intimidad… bueno… con innumerable cantidad de juguetitos que usa para estos fines. ¡Toda una joya de hombre!

Julián, sencillamente un delincuente

No hay mucho que decir sobre Julián, salvo que es un delincuente. Conoce a Nora en un club
nocturno al que han accedido junto con una amiga, usando identificaciones falsas.
Como dije antes, es una belleza de hombre y se atreve a acariciar el rostro de esta niña con vehemencia, como signo de una atracción irresistible entre los dos. Además tiene 39 años, por lo que es evidentemente un mayor atentando contra una menor.
La siguiente vez que esta chica lo ve, la ha secuestrado y deja claro que la elegido para que sea “solo suya”. Es violento, amenazante, e increíblemente posesivo. Da toda la señales que manifiestan los abusadores domésticos, pero al mismo tiempo la autora trata de señalar que tiene “un lado bueno” para disculpar su comportamiento…

El encuentro entre Anastasia y Christian

No puedo alabar las acciones de Christian Grey, pero puestas en perspectiva con respecto a las de Julián puedo decir que al menos busca el consentimiento de Anastasia para el tipo de relación que desea tener.
Cuando se conocen Christa le revela que no es un hombre convencional. Deja claro que no es romántico y que no le gusta tener “sexo vainilla” como la mayoría de la gente. La introduce claramente en el mundo gris de sus preferencias sexuales y trata de convencerla de que se someta a sus deseos. Incluso quiere establecer un contrato legal.
Para esto trata de comprarla con regalos caros, dándole cosas que una chica de limitados recursos nunca podría tener. Recuerdo la reseña que salió en el Buzzfeed francés, que decía que era una chica tan pobre que aún usaba un teléfono móvil con tapita.
Esto convence temporalmente a Anastasia para que se someta a la experiencia de ser dominada en la intimidad. Aunque al final de la primera entrega rechaza este mundo y se aleja de él.

El encuentro entre Nora y Julián

A pesar de que recuerda al extraño atractivo pero atemorizante del club nocturno (Julián), Nora tiene una cita con Jake, el chico más atractivo y simpático del instituto de preparatoria al que asiste.
La salida ha ido de mil maravillas, se simpatizan y hay una atracción surgiendo entre ellos. Justo en el momento mágico en el que se están besando, una sombra se cierne sobre ellos y los deja inconscientes.
Al despertar, Nora está en una habitación lujosa en una cama. Está cubierta por una sábana, ya que está completamente desnuda.
Julían, su raptor aparece confiado y con poca sutileza le dice que si no se resiste podría pasarla bien, o que lo contrario tendrá una experiencia dolorosa.
Este seductor de cuarte dice que si no obedece la vida de Jake corre peligro. Y que por lo tanto tiene que portarse bien.
Eventualmente Nora se entera que está en una isla privada propiedad de este sujeto, lejos de su familia. Es una joven de poca altura y atlética, pero que no puede hacer mucho por defenderse de su secuestrador.
Y a partir de allí comienza una descripción del encuentro sexual marcada por contrastes, en los que hay violencia, pero al mismo tiempo sensualidad, belleza, queriendo retratar el momento como un acto de seducción.
Durante mi adolescencia he leído numerosas novelas con escena pasionales pero en las que al menos había un consenso mutuo.
Pero no es lo que hay aquí. Esto es lo que más o menos describe:
  • ·         Ella está narcotizada y muy asustada.
  • ·         Él le dice que obedezca o lo pasará muy mal.
  • ·         Ella se resiste y trata de huir.
  • ·         Él la toma entre sus brazos “suavemente” porque en el fondo es un caballero la deposita en la cama y bueno lo demás pueden imaginarlo.
  • ·         Destaca todo el tiempo que es un hombre hermoso, con aliento fresco, olor a almizcle y que todo lo que hace se siente muy bien… aunque ella no lo haya consentido. Es posesivo y controlador pero al mismo tiempo la mira con ternura.
  • ·         Luego, como quien cuida a un juguete muy preciado la lleva a la ducha y la higieniza. Incluso le ordena lavarse los dientes. Esto es una señal que refuerza su control sobre ella.
  • ·         Ella ha perdido su virginidad, algo que no lamenta, pero a manos de un hombre violento y peligroso.
  • ·         El sujeto no ha usado protección pero convenientemente ella tiene un parche anticonceptivo que al menos evitará que se embarace.
  • ·         Lo de prevenir las enfermedades venéreas… bueno parece que no importa. Después de todo lo ha pasado genial.

Cabe destacar que por la mañana aparece una mujer simpática que cambia las sábanas y le lleva ropa nueva. Le deja claro que no tiene manera de salir. Le dice que le debe la vida a Julián, por lo que cae de maduro que no va a ayudarla. También le dice que ella no ha sufrido y que por lo tanto estar en la cama de este canalla no es tan malo como parece.

Un pasado oscuro, la excusa para perdonar a estos chicos

Claro está que para que nos enamoremos de estos sujetos, hay que ver las causas de su comportamiento, el pasado oscuro que los motiva. Esto reafirma que son seres sufridos y que por lo tanto tienen redención.
Christian Grey era el hijo de una prostituta drogadicta que lo maltrató hasta que lo abandonó a los 4 años. En ese momento su suerte cambió y fue adoptado por una familia rica, los Grey. Sin embargo, su pasado hizo mella en su espíritu y estableció relaciones distantes con las mujeres.
Tuvo un romance con una amiga de su madre, que siendo un adolescente le enseñó el mundo del BDSM y lo convirtió en su sumiso. Esto no mejoró su panorama mental. Por eso prefiere tener el control en una relación, sin emociones ni compromiso real.
Julián por otro lado creció en un ambiente marginal, y fue criado por un mafioso. Se convirtió en contrabandista de armas y se desenvuelve entre asesinos y personas muy peligrosas. Nunca tuvo un buen modelo y no sabe cómo ser un buen hombre. Por eso toma lo que quiere tal como hace con Nora.
El pasado de estos personajes tiene la intención de darnos un panorama mejor sobre quiénes son y por qué se comportan cómo lo hacen.
Salvo que en la cultura patriarcal esto funciona como justificativo de la violencia y el maltrato, del que nadie es merecedor. Trata que sintamos simpatía y misericordia por ellos, como si en realidad fuesen las víctimas y no los victimarios.

El estudio sobre la influencia de 50 Sombras de Grey

A pesar de que estamos hablando de literatura, el problema es que no son inocuas en la construcción del imaginario popular. Sus intentos de mostrar la violencia como formas de experimentar el placer contribuyen a normalizar la violación y los feminicidios.
Un estudio publicado en el Journal of Women’s Health da cuenta de la influencia que tiene este tipo de narrativa.
Se realizó una encuesta a 655 mujeres cuyas edades iban entre los 18 y los 24 años. Este rango de edad es un momento en el que se aumenta la exploración amorosa e íntima. Los grupos creados fueron los siguientes:
  • ·         122 había leído las 3 novelas.
  • ·         97 había leído solo la primera entrega.
  • ·         436 no habían leído ninguna novela.

La comparación determinó que quienes habían leído una novela, eran un 25% más propensas a dejar que una pareja las maltratara verbalmente, 34 % a permitir prácticas sexuales abusivas en ellas y un 75% a tomar medicamentos o suplementos para perder peso.
Las mujeres que habían leído las 3 novelas eran un 65% más proclives a tener borracheras y también tenían un 63% más de posibilidades de tener 5 parejas sexuales o más.
Si bien es obvio que estos problemas no aparecen solo por leer una novela, da cuenta de que tienen una influencia en la autoestima ya dañada de algunas personas. Incrementa la posibilidad de permitir conductas abusivas.

Conclusión

Yo no sé ustedes, pero yo no estoy dispuesta a entrar en un juego que normaliza la violencia y el abuso, no solo sobre mujeres, sino sobre cualquier persona.
Una historia que me proponga entregar todo el poder sobre mi persona, el dejar en manos de otro el control sobre mi sexualidad o sobre las forma de experimentar el placer, no puede tener más que resultados negativos.
Ya es bastante malo que ante la violación de mujeres tengamos que escuchar cosas como ella se lo buscó con esas polleras que usa, o si no denunció antes es porque seguro que le gustó.
Así que prefiero no darle rienda suelta a estas propuestas dañinas que fomentan una narrativa social enferma.

Si has leído este artículo, espero que te haya gustado. Déjame saber tu punto de vista en los comentarios. Pronto volveré con un nuevo artículo en el que ansío compartir contigo mi punto de vista.

¿Has leído alguna de esas novelas? ¿Qué piensas de este tipo de historias? ¿Crees que pueden ser útil en tu vida personal?


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